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Confesiones de una vagina insatisfecha

*fragmento del relato*

no es que quiera reducir el cuerpo y el ser de una mujer a una vagina, o que pretenda abarcar toda su esencia mediante tal calificativo, (yo soy feminista, eso no está contemplado en mi lógica). Lo que sucede es que esta vez, por primera vez, será ella quien hablará a través de mí sobre las cosas que siempre ha callado o las que nunca se ha atrevido a confesar...
...no me siento culpable por ninguna de las sensaciones que aparecen en mi interior, ni por ninguno de los pensamientos que tengo. QUIERO FOLLAR, NO QUIERO HACER EL AMOR, LO QUE YO QUIERO ES FOLLAR, ¡FOLLAR CON UNA BUENA POLLA! Pero no hay manera de conseguirlo a pesar de que lo intento.
Por eso muchas veces recurro a la fantasía. Imaginar es lo mejor que a una le puede ocurrir si se encuentra en esta situación. Es maravilloso, las fantasías me avasallan y yo me rindo pronto ante ellas. Adoro recrearme con las sensaciones y las visiones. En esas visiones, existen momentos en los que me encuentro como protagonista de alguna historia sugerente y sexual que los rincones más eróticos de mi mente y mi vagina son capaces de crear para mi entretenimiento y autosatisfacción.